Es un verdadero gusto poder saludarles al comienzo de este nuevo año, año especial en el que iniciamos el camino preparado con tanto cariño y esfuerzo por todos ustedes en los años precedentes hasta llegar a la Inspectoría “Ceferino Namuncurá”, referente para todos y cada uno de nosotros en la vivencia vocacional, profesional y de Familia.
Como se ha dicho en diversas ocasiones a lo largo de este último año, el desafío que viviremos en adelante es el desafío de seguir configurando y consolidando una nueva realidad de la Argentina Salesiana en la que uniendo fortalezas y atenuando debilidades seguiremos haciendo realidad el Sueño de Don Bosco, sueño cuya realización trajo a estas bellas tierras a los primeros Salesianos e Hijas de María Auxiliadora, sueño cuya realización nos corresponde ahora a todos nosotros.
Estoy convencido de que tenemos muchos motivos para la Esperanza: motivos que hunden sus raíces en quien nos convoca, el Señor, y motivos derivados del ánimo y la pasión educativa y pastoral que nos inspira Don Bosco por los jóvenes , especialmente quienes más nos necesitan, los menos favorecidos, y por toda la misión pastoral salesiana.
La agenda inspectorial que recoge cada evento, cada reunión de equipos de animación, de trabajo, de gestión y de gobierno, los momentos de oración, de retiro, de asambleas de salesianos y laicos etc... es sólo un indicador, una muestra, la punta del “iceberg” de la vida y vocación que nos lleva a dar lo mejor de nosotros en toda la tarea educativa y pastoral en la que estamos inmersos. Indudablemente nos queda camino por hacer, pero lo haremos desde lo ya edificado con solidez, esfuerzo y acierto.
A todos y cada uno de ustedes ¡Gracias! por la tarea realizada y ¡Gracias! por el compromiso presente. Los mejores deseos para todos.
Nuestra Madre Auxiliadora y el Beato “Ceferino Namuncurá” -patrono de nuestra Inspectoría Salesiana- nos acompañarán también en la andadura. Un abrazo fraterno,
P. Ángel Fernández Artime
Inspector ARS
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